Se encargan de proveer una base para el desarrollo integral de niños y adolescentes en zonas vulnerables dándoles atención durante horarios no escolares para darles un seguimiento personal en los aspectos biológicos, psicológico y social, además de un programa de formación. Así mismo, dan formación y apoyo a los papás a fin de que, en su rol de padres, sepan llevar a sus hijos a ser hombres y mujeres de bien y así fortalecer la comunidad social. Promueven el sentido de pertenencia, confianza y apertura para que tomen por sí mismos las herramientas de desarrollo que ponen en sus manos; esto es, oportunidades de salud, educación, trabajo, así como experiencias personales de constancia, aceptación y afecto. Facilitan el desarrollo familiar a través de la ubicación de cada miembro en su rol, dentro del modelo de familia funcional. Se han formado 1867 vidas a través de Villas.